que regula las actividades comerciales, los actos de comercio y las relaciones jurídicas derivadas de estos. Su objetivo principal es establecer normas claras para proteger tanto a los empresarios como a los consumidores, fomentando un comercio justo y eficiente.
Principales áreas del derecho comercial:
Contratos mercantiles: Compraventa, leasing, distribución, franquicias, entre otros.
Sociedades comerciales: Constitución, regulación y disolución de empresas.
Títulos valores: Letra de cambio, cheques, pagarés, etc.
Propiedad intelectual e industrial: Marcas, patentes y derechos de autor relacionados con actividades comerciales.
Derecho concursal: Procedimientos de quiebra y reorganización empresarial.
Transacciones electrónicas: Comercio electrónico, protección de datos y regulación de transacciones digitales.
Es esencial para los empresarios, comerciantes y emprendedores, ya que les ofrece herramientas legales para gestionar sus negocios y resolver conflictos en el ámbito comercial.